
Andamos perdidos, lo reconozco. Sueño, a veces, con alguien que se aleja, se va, se marcha, se esfuma. No sé quién es y tampoco me importa. Lejos de seguirle sólo pienso que debo haberme equivocado. ¿Podemos saberlo? ¿Intuirlo?
Cada lugar del que vengo se parece al que dejo atrás. No puedo decir más.
Mi Camarada lo explica a su manera, yo sólo le comprendo.
MACONDO EXISTES
Parapeto del equivocado,
trinchera donde andar confuso
sin considerarse esto un lujo
ni licencia del ingenuo.
Que macondo exista no determina,
para los que dormimos en él,
las circunstancias,
pero toda ciudad tiene esquinas,
y son abismos sus vueltas
de anonimos mundos por descubrir.
Aunque no te lo diga me suena tu cara
en lo que has dicho
te he reconocido paisano
no serà dificil que coincidamos
en una ilusión, un cafe o
un puño alzado.
Esto no equivale, no confundamos,
al estatus de provinciano,
que se nos ve venir de lejos, es cierto,
que tildamos cierto orgullo,
tambien lo es.
sucede en cada estación y en cada puerto
que en nuestro trajin perfilamos,
pero somos profugos y desterrados,
huidos del páramo, espacio oficial y
legitimo,
torno de hombres acríticos.
Para los que dormimos en él
no determina,
cicatriza y despeja
como el agua marina.
Camarada Maquinista.