
De nuestro querido Camarada Maquinista, al que le ha vuelto la inspiración. Esperamos que no se le escape más.
El hombre y la pena
De noche conviene dormir.
Entre dar, tener y cumplir
se enlazan el hombre y la pena.
Yo no tengo ni quiero dar,
cumplo serio mi condena
de perdido en alta mar.
Así lo elijo y trato así
de ser el afortunado
que además de pensar en tí
duermo tranquilo a tu lado.
Las noches no dormidas
vienen cediendo, encendidas
en penas mal contenidas,
las puertas de esta ciudad.
Y yo que no tengo ni quiero dar
pico la piedra apenado
remo en galera,
empeñado,
en cumplir en lo que debo,
yo no soy preso de pena,
yo soy el afortunado.