Historia.
No sé hasta qué punto tenía juicio cuando empecé a cursarla. Una carrera del ayer para ningún futuro prometedor.
Allí, a las 06.35, bebía cafés con leche. El Vinyes era enternecedor cuando hablaba. Y aún no tenía sueños, ni ilusiones, ni nada. ¿Porqué lo recuerdo como si hiciera tanto tiempo?
Allí, hace años, dejé a algunos amigos, conocidos, carteles pegados por mis manos, dejé la vespa negra aparcada en la biblioteca, dejé las conversaciones de anabaptistas raros. Allí se diluyó mi primer amor.
Hoy creo que el juicio me abandona como las marejadas. Todo es tan diferente. Ayer empecé el último año y sé que ya no volveré jamás a comenzar de nuevo Historia.
Hoy
empieza su fin.
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1 comentario:
Que así sea.
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